A través de la historia conocidos inventos han surgido a través de un error inesperado o una simple casualidad. Todos podemos tener buenas ideas que no encuentran el momento o solamente están mal enfocadas, ideas que necesitan un empujón y que se pueden convertir en grandes invenciones.
El químico Spencer Silver quería conseguir un pegamento potente pero sólo consiguió un simple adhesivo. De ahí nacieron los memo, pequeños recortes que puedes pegar en cualquier lado y que te recuerdan asuntos importantes. También podemos señalar uno de los descubrimientos más destacados de la historia de la Medicina. En 1929 Alexander Fleming, después de haber vuelto de unas vacaciones de 3 semanas, se percató de que en una pila de placas olvidadas antes de su marcha, donde había estado cultivando una bacteria, Staphylococcus aureus, había crecido también un hongo en el lugar donde se había inhibido el crecimiento de la bacteria. De ahí surgió la penicilina. El científico Percy Spencer descubrió el horno-microondas experimentando con un magnetrón cuando una chocolatina de su bolsillo comenzó a derretirse. Casualidades y errores que se han convertido en grandes descubrimientos de nuestro tiempo.
Universia partiendo de la hipótesis de que no hay ideas inservibles sino mal aprovechadas brinda una oportunidad a los jóvenes de convertir sus ideas en grandes inventos gracias al «ideómetro» . Universia anima a los estudiantes a participar sea cual sea su idea.