En el trabajo lo calculamos todo, salvo lo que realmente importa. Ingresos, gastos, productividad… Los números proporcionan una ilusión de control, pero cuando nos enfrentamos a un éxito o fracaso rotundo todos señalan en la misma dirección: la cultura de la empresa.
La cultura empresarial se ha convertido en el ingrediente secreto de la vida de las organizaciones, aquello que marca la diferencia, pero para lo que nadie tiene una receta. En este libro se efectúa un repaso a ese cúmulo de pequeños pensamientos y costumbres del día a día que generan y sostienen la cultura de una empresa tales como la forma de hablar, escuchar, discutir o pensar.
Su autora, Margaret Heffernan, tiene su experiencia de décadas observando el desarrollo y funcionamiento de las organizaciones y hay llegado a una conclusión contraintuitiva. Son los pequeños cambios los que tienen un mayor impacto. Lo más importante para fortalecer una organización no son las grandes reformas estructurales, sino una serie de pequeños cambios tales como admitir el conflicto como catalizador creativo, celebrar los errores, escuchar a todas las personas de un equipo… No nos ofrece una simple receta para transformarlo todo de la noche a la mañana, ni una serie de trucos y consejos. En lugar de eso, recoge bastante información sobre el acto de pensar, un concepto algo prosaico y poco sofisticado que se olvida fácilmente y suele infravalorarse por norma. Cuando nos paramos a pensar redescubrimos lo que el trabajo nos aporta como valor, ingenio, imaginación, gozo, frustración… En suma, todo aquello que cuenta, más allá de lo medible.
El libro es una breve guía, llena de anécdotas, humor y alguna estadística desconcertante acerca de cómo crear una cultura laboral en cualquier empresa u organización.
