Los “must-do” de una organización ágil

Maite Sáenz23 marzo 20154min

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Los procesos de formación y de gestión del rendimiento no bastan para conseguir incrementar la productividad de los empleados no para hacer de las organizaciones verdaderos centros de valor añadido en forma de conocimiento. Según recoge Cornerstone en su guía «The Absolute Must-Do to Build an Agile Organization», ocho son los pasos a dar para conseguirlo:

1. CONSTRUYA UNA CULTURA DE APRENDIZAJE ALTO IMPACTO: El aprendizaje de alto impacto trasciende el modelo tradicional de desarrollo para incorporar el intercambio de conocimientos y a confianza a través de los fracasos. Las organizaciones que tienen este tipo de cultura consiguen dar una mejor respuesta al cliente en un 34% de los casos, y tener una mayor productividad del empleado en un 37%.

2. DESARROLLE UNA CULTURA DE CONOCIMIENTO COMPARTIDO: Las organizaciones deben comenzar a interiorizar la experiencia y el conocimiento de los baby boomers próximos a la jubilación.
Boomers. Conecte el conocimiento compartido con la continuidad del negocio para asegurar el éxito a pesar de las pérdidas de talento y hágalo accesible para cada empleado.

3. LLEVE EL APRENDIZAJE MÁS ALLÁ DEL AULA: La formación tiene más sentido cuanto más relevante es para el día a día. Utilícela “embebida” en acciones posteriores a la acción formativa,, en rotaciones de puestos, en feedback de clientes…, para maximizar el aprendizaje experiencial y reflexivo.

4. ABANDONE LA TALLA ÚNICA PARA TODOS EN FORMACIÓN: El aprendizaje efectivo es un aprendizaje focalizado, relevante y personalizado. Use la tecnología para crear experiencias concretas de desarrollo de los empleados más eficientes y a menor coste.

5. TRANSITE HACIA UNA GESTION CONTINUA DEL RENDIMIENTO: La agilidad es el resultado de la transición desde un modelo de gestión del rendimiento estático a uno que soporta un bucle continuo de retroalimentación con un desarrollo real de los empleados.

6. DESARROLLE UN LENGUAJE DE COMPETENCIAS COMÚN: El rendimiento de alto impacto depende de un vocabulario de habilidades común y para ello es necesario definir claramente las los perfiles y sus competencias asociadas con el fin de aumentar capacidad de influir en el cambio real a través de la gestión del rendimiento y el aprendizaje.

7. ESTABLEZCA OBJETIVOS CLAROS PARA LOS EMPLEADOS: Los objetivos específicos y manejables son mucho más eficaces a la hora de conducir hacia el éxito y a ello ayuda transformar las grandes metas anuales en hitos mensurables y precisos a corto plazo. De hecho, las organizaciones que continuamente revisan sus metas tienen un 50% más de probabilidades de estar en el top de su sector comparadas con el 26% de las que los revisan sólo dos veces al año.

8. REDUZCA EL PAPEL Y LA DOCUMENTACIÓN: Los procesos con soporte papel son enemigos de la eficacia porque dificultan la toma ágil de decisiones. En su lugar, la tecnología permite aglutinar, relacionar y gestionar toda la información relativa al desempeño y el desarrollo de los empleados.

 


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