La mujer debe descubrir sus fortalezas y romper el techo de cristal que ellas mismas se imponen a la hora de aspirar a puestos de alta dirección o consejos de administración, y para ello ha de dejar de centrarse en las funciones ejecutivas, área donde ya ha demostrado su valía, para delegar y aceptar un tipo de liderazgo más cercano a lo institucional. Quien así se ha manifestado ha sido Luis Manuel Calleja, profesor de Dirección Estratégica del IESE, durante su intervención en los “Encuentros para la reflexión sobre el liderazgo de las mujeres en la empresa”, organizados por la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM) y la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid.
En su ponencia “Conocer y reconocer el liderazgo propio”, Calleja ha resaltado las fortalezas de la mujer directiva en las empresas dentro y especialmente en los consejos de administración, órganos a los que aportan cualidades que ayudan a mejorar la gestión empresarial y profesionalizar su gobierno corporativo. Entre ellas habló de su amplia visión histórica, su capacidad para crear procedimientos y su habilidad para solucionar conflictos y alcanzar acuerdos.