Valor sí le conceden; al menos, eso declaran las empresas españolas cuando se trata de preocuparse por la Diversidad. Según un estudio realizado por Talengo, firma global de búsqueda de directivos y consultoría de liderazgo, y referente internacional en proyectos de Diversidad, el 62% de las compañías de nuestro país asegura trabajar en al menos cuatro de sus aspectos -género, edad y funciones son los de mayor relevancia- pero ni le dedican presupuesto ni tampoco tienen a un profesional responsable de su desarrollo o KPIs para medir sus avances (el 55% no cuenta con ninguna de las tres cosas). Es decir, se preocupan pero realmente no se ocupan.
El estudio Diversidad e Inclusión: el punto de vista del CEO, analiza la representatividad real que tienen los grupos con los que trabaja la Diversidad en los órganos de gobierno de las compañías y la visión de los principales directivos en empresas de todos los sectores, con más de 150 empleados y mayoritariamente españolas (el 73%).
Éstas son sus principales conclusiones:
• Dimensión de la Diversidad en la empresa. En cuanto a sus intenciones, las empresas son taxativas:
o todas las compañías afirman disponer de un plan específico para trabajar la Diversidad y una gran mayoría, el 62%, asegura que su compromiso incluye al menos cuatro (incluso todas) de las distintas vertientes de la misma (género, edad, funciones, nacionalidad, discapacidades, ideas, etc.);
o sólo porcentajes pequeños del 11% y el 17% centran sus esfuerzos en uno o dos aspectos respectivamente. En este sentido, la Diversidad de género es la más mencionada, seguida de cerca por la generacional y la funcional.
• Composición de los consejos de administración. Sin embargo, la realidad es muy distinta. El análisis de la composición de los máximos órganos de gobierno muestra una tendencia continuista donde la inclusión de grupos minoritarios es aún muy lenta:
Edades:
o por lo que respecta al estudio de las edades de los consejeros, el grupo mayoritario es el formado por profesionales de entre 45 y 59 años, que ocupan un 49% de los puestos;
o casi una cuarta parte de los consejeros de empresas españolas es mayor de 60 años, el mismo porcentaje que representan los menores de 45 años. Unos datos que remiten a una paulatina renovación en un entorno aún dominado por el grupo profesional tradicional;
o y un detalle curioso: en las empresas donde existen más consejeros mayores hay menos mujeres en el consejo.
Nacionalidades:
o el escenario es muy similar en el caso de las nacionalidades presentes en los consejos. Un 69% de las compañías no tiene a ningún miembro de procedencia distinta a la española y el 17% cuenta con representantes de dos nacionalidades (la española y una más);
o los porcentajes de organizaciones con una amplia composición internacional en su consejo son mínimos: el extremo lo representa el 1% de empresas que cuentan con representantes de siete países distintos en su máximo órgano de decisión. Su perfil: compañías con origen foráneo o españolas muy internacionalizadas.
Presencia femenina:
o la representación global de las mujeres en los consejos es del 26%;
o un 29% de las compañías no cuenta con ninguna mujer en su máximo órgano de decisión y otro 31% sólo tiene una. Esto supone que en una mayoría de compañías, el 60%, la presencia de mujeres en el consejo es testimonial o inexistente;
o las mujeres son mayoría tan sólo en un 1% de los consejos (siempre con presencia de hombres) y están en paridad en el 2%;
o se da la paradoja de que el 64% de las compañías que no tiene a ninguna mujer en su consejo incluye la Diversidad de género en su estrategia y tan sólo un 3% de ellas pone el acento en otros aspectos y afirma abiertamente no trabajar sobre la paridad de sexos.
• Composición de los comités de dirección: aunque con algunas variaciones, la tónica en los comités de dirección es la misma:
Edades:
o Lo que sí representa una significativa diferencia es la bajada en la media de edad del comité de dirección con respecto al consejo de administración. Aunque los profesionales de entre 45 y 59 años son mayoría (50% del órgano ejecutivo), los menores de 45 suponen un 41% de los puestos en detrimento del grupo de mayores de 60 que sólo significa un 8% de los directivos.
Nacionalidades:
o también la proporción de profesionales de distintos países es superior en el caso de los comités de dirección frente a los consejos de administración. No obstante, las diferencias son mínimas. Un 65% de las empresas tiene un comité monocromo y en el 23% existe, al menos, un directivo de otro país.
Presencia femenina:
o Las mujeres ocupan el 32% de los puestos de dirección, no llega a una tercera parte;
o el dato más preocupante es que el 40% de las empresas cuenta con una participación femenina mínima en su comité de dirección: en un 11% no hay ninguna mujer y en el 29% sólo hay una;
o dentro del restante 60% de empresas en las que al menos dos mujeres se sientan en las reuniones del comité, la casuística es muy variada: en un porcentaje del 2% de las empresas el comité es todo femenino, sin ningún representante varón; las mujeres son mayoría en el 5% de los comités españoles; y el 14% son absolutamente paritarios: mismo número de hombres y mujeres;
o un análisis global de la presencia femenina en ambos órganos determina que el 7% de las empresas españolas no tiene ninguna mujer ni en su consejo de administración, ni en su comité de dirección. Y un porcentaje similar, el 8%, sólo cuenta con una mujer en uno de los dos.
• Inversión y gestión de Diversidad: cuando se pasa del terreno de las intenciones a la realidad, los datos son aún muy insuficientes. Según el estudio:
o el 77% de las compañías carece de un presupuesto específico para sufragar sus acciones en favor de la Diversidad;
o además, un 65% no ha establecido ningún tipo de medición sobre los avances que realiza la empresa en este ámbito;
o de hecho, en un 70% de las firmas no existe un responsable de Diversidad;
o si cruzamos estos tres datos, un 55% de las compañías está inmerso en una estrategia de Diversidad e Inclusión para la que no dispone ni de un responsable, ni de presupuesto asociado y tampoco mide los resultados de su política.
Marta García-Valenzuela, socia de Talengo y experta en Diversidad, es asesora de diversidad de diferentes compañías del IBEX35 y grandes corporaciones internacionales. Según su opinión “existe, sin lugar a dudas, una clara contradicción entre la manera en que las empresas declaran trabajar sobre la Diversidad y la realidad que reflejan sus datos. Su deseo no se traduce en la existencia de una estrategia con los medios y la ejecución necesarios. Mientras las empresas no apuesten por políticas serias que supongan un verdadero cambio seguirán perdiendo todas las ventajas que aporta la Diversidad y esto les seguirá restando competitividad”.
