Virginio Gallargo, experto en innovación y gestión de la transformación organizacional, ha publicado en su blog un decálogo para no perderse en el laberinto del cambio.
1. Cambiar la percepción sobre la incertidumbre.
Para algunos la incertidumbre es incomoda, da miedo.
Para otros cuanto más incertidumbre más excitante es la vida.
A veces acertar sólo consiste en cambiar la mirada.
2. Entender la caducidad del entorno.
Las reglas del management de nuestras empresas se vuelven obsoletas.
Se convierten en peligrosas para la competitividad de la empresa.
Lo que sabemos del pasado cada vez sirve menos para predecir el futuro.
El mundo pertenece a los que fijan menos la mirada hacia atrás sin perder las referencias.
3. Dar importancia a lo intangible.
La Fórmula de Fracaso:
– dar sólo importancia a lo que se contabiliza “lo que tiene precio”
– y menospreciar lo que tiene valor “intangibles”.
En la vida como en la empresa lo realmente importante a menudo no se puede medir.
4. Entender la nueva naturaleza de las organizaciones.
La democratización del valor de las ideas implica dar menos valor a la pirámide más al talento.
Antes el poder lo tenía el que sabía. Ahora el poder lo tiene el que comparte.
El reto no es implantar tecnologías, tecnologías sociales o nuevos organigramas.
El reto son los nuevos valores, un nuevo liderazgo distribuido y la gestión del talento.
5. Asumir las bases de la reinvención profesional.
La humildad es condición básica para el desarrollo, pues es un estado en el que tu cerebro está más preparado para aprender y provoca la curiosidad.
La curiosidad es una competencia básica, madre de la creatividad, la innovación y el conocimiento .La curiosidad retrasa el envejecimiento profesional
7. Asumir la responsabilidad del cambio personal.
El éxito tiene muchos nombres pero el principal “locus de control”:
– reconocer nuestra responsabilidad para hacer que las cosas sucedan
– apropiarse del rumbo de nuestra vida.
6. Aprender, desaprender, transformarse.
Permanecer curioso, dedicar mucha energía a reinventarse, reconocerse siempre en estado beta.
Pero, pensar de forma estructurada a largo plazo pero fluir y dejarse llevar por lo inesperado,…
Aprender es transformación, desaprender también.
8. Reinventarnos con propósito.
El reto más complejo y apasionante consiste en convertirnos en quienes queremos ser.
Aunque a veces el reto es simplemente averiguar quién queremos ser 🙂
Si quieres un trabajo que te guste lo más seguro es crearlo tú, crea las circunstancias.
No es lo más fácil, es complejo un deporte de riesgo asúmelo
9. Asumir el cambio con coraje.
Liderar es cambiar y inevitablemente trae enemigos “defensores del pasado” que tienen miedo del cambio, a ver desaparecer lo conocido o simplemente sus privilegios.
Liderar es fracasar, es luchar y equivocarse.
Lo único imperdonable es cometer dos veces el mismo error. 🙂
10. Elige, que no decidan por ti.
Finalmente, el dilema es adaptarse o ser el cambio ¿Tú eliges?