La ley LISMI estipula que las empresas que superan los 50 trabajadores tienen que contratar un número de empleados con discapacidad no inferior al 2% de la plantilla.
Elena es Directora de Recursos Humanos de una multinacional que tiene sede en Madrid. La empresa es una consultora de negocios con una plantilla de 380 personas en España. ”Para cumplir con la Ley de Integración Social de los Minusválidos, la LISMI, necesito tener en plantilla a 8 profesionales con certificado de discapacidad”, nos comenta.
Muchas empresas se ven en un aprieto al buscar este tipo de perfiles. No obstante los datos están cambiando y cada vez más discapacitados se atreven a acceder a estudios superiores mejorando su formación. Este último año ha aumentado un 9% el número de estudiantes con discapacidad matriculados en las universidades españolas
Las empresas tienen que entender que no existe ningún tipo de dificultad añadida en la aplicación de la LISMI. Los profesionales con discapacidad están igual de preparados que los que no tienen y su currículo se basará en la experiencia y en los conocimientos, no en una circunstancia física. La integración de los trabajadores y las facilidades que puedan dar las empresas para ello deben verse como un avance para una sociedad más igualitaria.